miércoles, 17 de septiembre de 2014

reactiv@ y proactiv@


Durante una sesión de coaching, el cliente me expresó que no podía hacer nada sobre un tema que tratábamos, y me acordé de Covey, y del primero de los 7 hábitos de las personas altamente efectivas.
... te cuento ...

Para tomar conciencia de nuestra actitud ante la vida, y de cómo mejorarla, imagínate que alrededor tuyo cuentas con dos círculos concéntricos, el de influencia que es justo el que tenemos alrededor nuestro y el de preocupación que es el colindante. Estos círculos cambian de tamaño en función de la actitud que tengamos en nuestro día a día. De tal manera que si uno aumenta el otro disminuye y viceversa.




Si cuando te encuentras delante de una situación eres de l@s que piensas que "yo no puedo hacer nada, las cosas son así, que le voy a hacer, igual mi familia puede hacer algo....", tu estilo es reactivo. Es decir, esperas a ver que ocurre como si vieras la película de tu vida sentado en el butacón
Al sentirte como un espectador de tu vida, piensas que tanto causas como consecuencias son externas a ti, lo que significa que dificilmente tendrás control sobre ella.
En resumen tu círculo de preocupación es grande y cada vez crece más, y en consecuencia tu círculo de influencia cada vez es más pequeño.

Si eres de los que cuando te encuentras ante una situación piensas "que puedo hacer yo" entonces tu estilo es proactivo. Es decir, que vives tu vida en primera persona, decidiendo sobre lo que quieres que suceda en ella. 
Tu círculo de influencia es grande y cada vez más, por tanto tu círculo de preocupación cada vez será más pequeño




Dime, ¿tú quieres tener un círculo de preocupación?
 ¿quien quiere tener un círculo de preocupación?? y además grande?? 

Obviamente todos tenemos nuestras cosas por la cabeza, que nos rondan y que muchas veces no nos dejan concilliar el sueño, pero de ahí a no dormir ninguna noche... 


  Te invito a que reflexiones conmigo

  •  ¿Tienes control sobre otros? ¿de qué tipo?
  •  ¿Tienes control sobre lo externo a ti?
  •  ¿Tienes control sobre tí mismo?
  •  ¿Sobre qué tienes control?

Lee las preguntas y déjalas en tu cabeza, no hace falta que las respondas ahora. Tu cerebro seguirá procesando información hasta que encuentres la respuesta. 


Una vez que hayas tomado conciencia de cual es tu tipología puedes mejorarla hacia donde decidas.  (la próxima semana te cuento cómo hacerlo)

Y yo como coach estaré encantada de acompañarte. 




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